La visita al control ginecológico, el último punto en nuestra agenda.

 Tenemos que reconocer, que casi siempre estamos postergando la visita para hacer nuestro control ginecológico. Por diversas razones, valederas (algunas), no le damos la importancia debida a algo que debieramos tener como rutina, por nuestro bienestar.

Sin embargo, nuestro cuerpo nos da señales de alertas, que no podemos obviar, por la razón que estas si son atendidas a tiempo, nos evitan situaciones que atentan con nuestra salud y por ende con la vida.

Desde dolor en las relaciones sexuales, hasta alteraciones en el flujo menstrual, son razones suficientes para ir donde nuestra ginecóloga. 


Tomemos conciencia y preocupémonos por nosotras, nadie más lo hará si no lo hacemos.


Vamos estar hablando por aquí, de las razones más frecuentes de consultas y cómo son también las más obviadas por nosotras las mujeres a la hora de buscar ayuda.



Aún las cosas buenas tienen límites.




Estamos muy tensas y aceleradas, con muchas cosas para hacer y poco tiempo para hacerlas.
En este mundo contemporáneo en el que “vivimos” (lo pongo así entre comillas por que es lo menos que hacemos), el impulso de ganar dinero y tener “éxito”, nos vence, hasta sacrificar todo lo bueno que tenemos, aun la salud.
Trabajar duro, hacer lo mejor posible y proveer para la familia es bueno; sin embargo, podemos llevar demasiado lejos una cosa buena, que dará como resultado, padecimientos para nosotras y para quienes amamos.
A menudo trabajamos todo el tiempo “por la familia” y, al fin, la familia carece por nuestra ausencia excesiva.
Nuestros cuerpos tienen limitaciones, reconocer esto, es transcendental.
Ahora nos sentimos jóvenes, sanas y fuertes, aún así, nuestros cuerpos necesitan descanso, si no, tarde o temprano, este estilo de vida nos hará daño.
A menudo, nuestros cuerpos nos dan señales de que es tiempo de descansar, y estas señales son fuertes y claras. Si escucháramos lo que el cuerpo nos dice, lo haríamos y todo bien. Tarde o temprano, descansaremos, cuando estemos enfermas y el médico nos prescriba reposo para poder curarnos de padecimientos, que pudimos evitar.
La pregunta es: ¿Por qué no hacerlo ahora?
 Estudios que se han hecho sobre la privación del descanso, muestran los efectos negativos que provoca. Estos incluyen: mayor riesgo de padecer de diabetes, obesidad, accidentes de tránsito, lesiones, conductas psicóticas y muertes.


¿Estás descansando bien? ¿Qué cambios necesitas hacer para aprovechar esta parte importante en tu salud?


Ámate, cuida tu salud.



Las mujeres somos indispensables para el desarrollo.



En el pasado se nos habían cerrado muchas puertas, que nos limitaban el accionar al ámbito doméstico.
Los tiempos han cambiado, ahora, se nos demanda mucho más, las labores que por costumbre nos tocaban, las seguimos cumpliendo, además. se nos han añadido otras responsabilidades en el ámbito público.
Por nuestras agendas saturadas por esas multitareas que se nos requieren, hemos descuidado algo que es determinante para tener una buena calidad de vida: nuestra salud.
Y si nosotras no nos hacemos cargo de este asunto vital, nadie lo hará.
Antes de amar lo que hacemos, lo que tenemos y a los nuestros, debemos amarnos a nosotras mismas. Y no hay mayor evidencia de ese amor propio, que cuidándonos.
De manera especial debemos cuidar nuestra salud.
En cuanto a mí, me presento: mi nombre es Gloria Rivas, soy Gineco -Obstetra, me apasiona el cuidado de la salud, especialmente en mujeres, por acá estaré compartiendo recomendaciones para nuestro cuidado.















La visita al control ginecológico, el último punto en nuestra agenda.

 Tenemos que reconocer, que casi siempre estamos postergando la visita para hacer nuestro control ginecológico. Por diversas razones, valede...